Murallas de la Vila
El año 1.233 Jaime I conquista Burriana. Poco después, a través de un pacto de rendición, el Castell de Borriol pasa en manos cristianas. Los primeros colonos cristianos se establecieron en las escarpadas pendientes de los pies del castillo, tal y como indican las dos cartas pueblas de 1.250. Gradualmente esta situación fue evolucionando produciéndose un canje poblacional entre cristianos y musulmanes, de modo que los primeros pasaron a ocupar las principales calles mientras que los segundos se aglutinaban en el espacio conocido como la Morería.
El año 1255 el rey Jaime I dio el territorio del Castillo de Borriol a su lugarteniente Ximén Pérez de Arenós. De este modo nacía el señorío de Borriol, gobernado por los Boïl y Tous a lo largo de la Edad Mediana. Posiblemente de este momento data la construcción del Palau que sería el principal símbolo del poder feudal ejercido por los barones de Borriol.
Es a partir del siglo XIV cuánto las fuentes arqueológicas y documentales dejan constancia de una numerosa y muy organizada comunidad musulmana (aljama) habitando la Morería de Borriol. Esta dualidad entre la Vila y la Morería caracterizó el urbanismo de Borriol hasta la expulsión morisca en 1609.
Puede ser habría que relacionar la muralla del Palau con un documento datado en 1379 por el que Pedro IV otorga licencia a Jofré Tous para construir las nuevas murallas de la villa (Gil Mascarell i Font, 2008), tratándose por lo tanto de una construcción de finales del siglo XIV.
A partir de este momento el barrio amurallado de la Vila quedaría conformado por las actuales calles Mayor, Palau y de las Alforjas, así como la Plaza del Pou y la parte alta de las calles de la Agave y de las Moreras. Contaba con dos puertas de entrada, una de ellas, la del camino de Barcelona, se localizaba en la actual Plaza del Pou (antigua Plaza de Rey) de la que actualmente no queda ningún tipo de vestigio. La otra, correspondiendo al camino de Valencia, se localizaba a la Costereta de las Parres, conservándose hasta la actualidad el Portalet de las Parres, construido posiblemente a la época moderna.
Muralla del Palau: Adosada al paramento oeste del Palau una imponente muralla de tapia encajonada limita con el barranco de Agave y protege el poblamiento. Tiene una longitud aproximada de 25 m y una anchura de 1,10 m. El tramo de muralla que limita con el Barranco de la Agave se encuentra realizado a base de tapia calicostrada, conservando todavía el revestimiento en la zona superior. También se documentan los agujeros de las agujas y las improntas de las cajas al revestimiento.
Portalet de las Parres: Portal compuesto por una sola apertura de arcada de medio punto. Sobre el arco, en la cara norte, se dispone una hornacina con una representación gráfica pintada sobre cerámica de la Virgen de los Desamparados según tradición valenciana, mientras que en la cara sur se dispone un retablo de San Vicente de Ferrer, ambos con una cronología del siglo XX.
El portal culmina con una cornisa ornamental de cerámica de geometría ondular donde la cresta central es la más elevada y los laterales son dos medias crestas simétricas respeto el eje vertical central. Sobre la cresta principal central reposa, a modo de decoración, una esfera de estuco que eleva el anagrama de Maria elaborado en hierro forjado. Sobre las dos medias crestas laterales reposan dos decoraciones ornamentales, tratándose de dos piñas, símbolo religioso de la resurrección.
La cara sur del arco de medio punto está realizada a base de sillares de piedra de Borriol, trabados con mortero de cal. En algunas zonas el portal se encuentra lucido con mortero de cemento y después encalado.
Portalet de la Morería:
Portalet en codo perchado localizado en la Calle Palau, de clara tradición andalusí, presenta cubierta tradicional a base de carrizo. Este espacio de circulación que da acceso en el barrio de la Morería, se encuentra actualmente delimitado por los muros de las casas contiguas, realizados con masonería trabada con mortero de cal, utilizándose sillares de arenosa y caliza a las esquinas. Los menajes presentan lucido de mortero de cal de buena calidad. Por otro lado la cubierta, realizada a base de vigas de madera, baldosa maciza y carrizo, forma parte de la balconada de una de las casas contiguas.
Palacio Feudal
El Palacio ocupa parte de un pequeño rabal de la parte alta de Borriol, insertado en pleno casco histórico. Está rodeado por un interesante conjunto de muros y murallas que revelan una superposición de diferentes elementos arquitectónicos. Los muros delimitan un espacio de 1500 m² que actualmente está lleno de construcciones modernas. El solar donde se sitúa el Palau presenta un afloramiento de roca calcárea en su mitad superior, mientras que la otra mitad se encuentra totalmente colmatada por un colmatado. Del estudio mural se desprende que hay dos fases constructivas (Antonio, 2004: 4): Fase 1: muro de tapia calicostrada con banquillo de piedra encajonada. Se conserva un fragmento de 22 metros lineales y una altura variable entre los 2 y los 3,5 metros. Este tramo de tapia conserva tres aspilleras originales hechas con baldosa. Fase 2: Muro de refuerzo que dobla el primero, y se le adosa por la parte exterior. Construido en tapia de piedra encajonada y hormigón de cal, presenta una anchura similar al anterior, conservándose toda su longitud pero no el coronamiento.
En las excavaciones llevadas a cabo en el interior del recinto por J.M Antonio Otal solo localizamos un aljibe amortizado con materiales del siglo XIX y XX, pero nada de cerámica que aportara información complementaria. Únicamente aportan información los muros perimetrales, y en concreto las aspilleras que sitúan la construcción en época medieval en un momento anterior al uso de armas de fuego (Antonio, 2004: 5). Estas son anuladas cuando se levanta el segundo muro, el cual supera en altura y resistencia al primero. Así pues los datos aportados por la excavación no son concluyentes para conocer con exactitud el momento de la primera construcción.