Casa abadía
Inmueble situado en el número 2 de la calle del Palacio, ocupando un solar rectangular frente la iglesia de San Bartomeu borde la muralla medieval, sin descartar la posibilidad que en origen fuera esquinero con uno de los portales desaparecidos de la Morería.
No se conserva documentación en lo referente a su construcción ni evolución arquitectónica hasta inicios del siglo XX, cuando en el Avance Catastral de 1923 aparece como propiedad del clero, estando la residencia del rector de Borriol. Funcionalidad que conservará hasta el año 1974, cuando se vendida a particulares.
Después de la Guerra Civil el edificio se amplía anexionando la vivienda situada en el número 40 de la calle de la Morería y el “Campet”, un solar resultante del derribo de la isla de casas de la Morería más próxima al recinto amurallado. La última casa fue derrocada en los años 50 del siglo XX. Entre los años 50 y 60 del siglo XX “Lo Campet” fue utilizado como patio de la escuela de niños ubicada en el segundo piso de la vecina Casa de la Vila.
Con la adquisición por parte de particulares en 1974, el edificio experimenta importantes reformas en tal de adecuarla como vivienda.
La Casa Abadía responde al modelo de las casas artesanas de tradición gótica: con dos alturas, una sola crujía y la fachada en paralelo en la calle, destacando la ausencia del característico patio posterior para encontrarse en la muralla. Está fabricada de masonería con las cantoneras reforzadas con sillares y el tejado con caída a la calle Palacio. En la fachada este (calle de la Morería) destaca un muro que sobresale de la línea de fachada a modo de contrafuerte ataludado, estando posiblemente restos de la muralla medieval
Conserva la portalada original en la calle del Palau, de arco de medio punto adovelado con sillares y puerta a dos batientes. La única ventana original se encuentra sobre la portalada, está delimitada por sillares y dispone de un alféizar molturado. Estos tipos de portaladas y ventanas de regusto clásico son habituales en la arquitectura catalano-aragonesa de los siglos XVI-XVII, pudiéndolas considerar reminiscencias renacentistas. El resto de aperturas corresponden a refacciones posteriores. De las tres que dispone la planta baja destaca la reja con decoración flamígera de la situada a la izquierda de la portalada. Por su parte, en la calle de la Morería, un segundo ventanal amortiza la antigua puerta de acceso a la vivienda anexionada del número 40. Ya en la planta noble, dos balcones flanquean la ventana original, habiendo un tercero abierto en la calle de la Morería.
En el interior, la portalada da en un recibidor donde, a la izquierda, se encuentra la escala para subir al piso superior. Bajo el vacío de la escala, una puerta comunica con una sala semi-subterranea con vuelta de cañón y perpendicular a la fachada, posiblemente correspondiente a un antiguo aljibe. A la derecha, una sencilla puerta comunica con un pequeño recinto a modo de habitación. El piso superior ha perdido los forjados y distribución originales, estando sustituidos por tabiques de factura reciente.
Por su parte, el antiguo número 40 de la calle de la Morería responde al tipo de vivienda característico de este barrio, de planta cuadrada con patio posterior. Como ya se ha dicho, el acceso original por la calle de la Morería fue anulado, pasando a acceder a través de la Casa Abadía. El edificio original tendría dos alturas y una cámara con tejado caido hacia la calle de la Morería. La anexión en la Casa Abadía supuso la modificación de su distribución interna, así como de la orientación del tejado, que pasaría a rebosar en la calle del Palau. Este hecho propició la ampliación de la cámara original, añadiendo una azotea sobre el extremo este de la Casa Abadía.
Finalmente el “Campet” tiene planta rectangular y paralela en la calle de la Morería. Está dividido en dos bancales que resiguen las curvas de nivel. Sus ribazos conservan nichos a modo de capillitas a pesar de no conservar las imágenes votivas. Son obra del último cura que residió en la Casa Abadía, quien también construyó una terraza con soportal de arcos rebajados y una escala para salvar el desnivel de los bancales. Ambas estructuras hechas con hormigón de cemento y sin mucho interés arquitectónico. Únicamente señalar la cabeza de león de escayola que decora el cabezal de la barandilla de la escala. Por último, decir que en la esquina sudeste del Campet se encuentra la capillita de Santa Lucía, también declarada Bien de Relevancia Local.