Antigua lonja y casa de la villa (actual museo)
Inmueble ubicado en la confluencia de las calles Mayor, Palau y de las Parres, frente la plazoleta de la iglesia. Formato por dos edificios independientes (Lonja medieval y Casa de la Vila neoclásica) hasta la intervención dirigida por el arquitecto Ricardo Gómez en 1999.
La Casa de la villa neoclásica se construyó sobre el solar de la antigua Casa del Consejo, de la que únicamente se conserva la lonja de la planta baja, con un arco ojival gótico. La documentación más antigua en lo referente a la Casa del Consejo data del 12 de agosto de 1410, cuando el señor de Borriol Ludovic Pérez de Arenós vende el edificio al Consejo de la Vila. Los pocos restos conservados de este primer edificio responden a los modelos de la arquitectura gótica civil catalana del siglo XV, encontrando un claro paralelo en la Casa del Consejo de Catí (1428-1437), un edificio rectangular distribuido en tres alturas: la planta baja con la lonja, también empleada como carnicería y pósito; la planta noble donde se ubicaba el Salón del Consejo, y la cámara situada directamente bajo el tejado. La construcción de la nueva Casa de la Vila en el siglo XVIII margina los restos de en el primitiva Casa del Consejo, que quedan aisladas del nuevo edificio. Así, el Avance Catastral de 1923 nos indica como eran utilizadas como bodega particular a inicios del siglo XX.
Por su parte la Casa de la Vila está datada en 1788 por una inscripción sobre la portalada. De estilo neoclásico, sigue los patrones del academicismo arquitectónico valenciano, estando uno de los ejemplos mejor conservados en tierras de Castelló. Su autoría podría estar vinculada a la figura de Bertomeu Ribelles, arquitecto que por esas fechas realizaba importantes obras en Vila-real (Ayuntamiento, Pont del río Millares, Capilla de la Comunión), estableciendo vínculos comerciales con Borriol. El nuevo edificio también está dividido en tres alturas: la planta baja con las prisiones; la planta noble con el salón de plenos y la segunda planta, antigua cámara y escuela de niños hasta medios del siglo XX.
El edificio pierde su funcionalidad en 1987, cuando se inauguró el nuevo ayuntamiento en la Plaza de la Font. Desde ese momento se puso en marcha un primer proyecto para condicionarlo como sede del Museo Municipal de Borriol, el que comportó realizar importantes trabajos de adecuación bajo la dirección del arquitecto municipal Ricardo Gómez Vicent: supresión de la escala original sustituyéndola por el actual, modificación de los forjados, apertura de nuevos ventanales y accesos internos, instalación de baños en el antiguo recibidor, demolición de tabiques, sustitución del pavimento existente y de la cubierta original, enlucido de las fachadas, etc… Los trabajos concluyeron en 1999, sin que llegarse a abrir el museo y restante como espacio de reunión y exposiciones culturales. Actualmente se está condicionando nuevamente para acoger la Colección Museográfica de Borriol y la oficina de turismo municipal.
El inmueble es de masonería reforzada con “carreuons” esquineros y sillares a las portaladas. La cubierta, a dos alturas, es a una vertiente con el faldón en la calle Mayor.
El recinto de la lonja medieval conserva un gran arco ojival de acceso abierto en la calle Mayor y tres piedras correspondientes a las ménsulas del forjado original. Cuenta con dos armarios con arcos de baldosa rebajados, un empotrado en la pared última del edificio (resto de la muralla medieval), y el otro tapiado en la pared oeste. Ambos armarios se pueden datar en el siglo XVIII. A las reformas de 1999 corresponden la puerta de la pared este, que comunica con las prisiones anejas, y la escala de acceso a las plantas superiores. Estas no conservan ningún elemento original, estando muy alteradas por las continuadas reformas, entre las que destacan la apertura de porteros de comunicación con el edificio anejo. Finalmente, en 1999, la cubierta también fue sustituida, conservando únicamente la altura original.
Respecto a la Casa de la Vila neoclásica, la fachada está decorada con un imponente zócalo de losas de piedra local que también enmarca la portalada de acceso, así como las dos ventanas enrejadas correspondientes a las prisiones. La portalada, de arco rebajado, se encuentra bajo un óculo ovalado que ilumina el recibidor. Este actuaba originariamente como distribuidor, comunicando la escala original (actualmente desaparecida) con las dos prisiones, que se abren a los laterales del recibidor. El acceso a su interior se realiza a través de dos puertecillas con arquitrabadas de piedra, estando la altura de la puerta de acceso a la prisión oeste modificada durante el año 1999 para facilitar el paso. Ambas prisiones superan los tres metros de altura, están cubiertas con vueltas de cañón de masonería encofrada. Cada una de ellas cuenta con un pequeño calabozo abierto en el muro norte, conservando las puertas originales. De su interior destacan los grabados y dibujos parietales realizados por los prisioneros.
A la primera planta se accede por la escala ubicada en el recinto de la lonja. En ella se encuentra el salón de plenos, la secretaría y el archivo municipal. A estos recintos, situados en el ángulo nordeste del salón, se accede por sendos arcos rebajados de baldosa. La planta se ilumina con tres ventanales abiertos en la fachada principal, contando el central con una pequeña balconada de forja.
Finalmente, la segunda planta ha perdido su estructura original a consecuencia de las reformas de 1999, que suprimieron la compartimentación interna y la cubierta original, estando sustituida por un nuevo tejado sustentado sobre un esqueleto metálico. Las actuales ventanas también son fruto de las mismas obras